“El que no llora no mama” reza el popular tango y es por eso que en el hall del municipio los trabajadores nucleados en  la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular y el Movimiento de Trabajadores Excluidos exigieron la “inmediata firma del convenio que permite llevar adelante la edificación de 40 viviendas destinadas a las familias que han sufrido las inundaciones en la localidad de Olivera del partido de Luján”. Tras varios minutos de protesta fueron recibidos por el Secretario de Obras Publicas, Marcelo Gutiérrez, la figurita difícil del gabinete de Oscar Luciani y finalmente se realizó la firma del convenio.

Con la firma de los funcionarios los trabajos continuarán una vez que el municipio cumpla con la promesa de gestionar el suministro de luz, agua y abrir los accesos para que los camiones descarguen materiales en la manzana en la que las cooperativas construyen las viviendas.

Víctor Martín integrante del MTE recordó que “formalmente la obra no podría continuar en pocos días sin la firma de este convenio y además de retrasarse un importante trabajo, 30 familias quedarían sin empleo hasta regularizarse la situación”.

El reclamo marca un fuerte contraste con el anuncio de “el mayor plan de obra publica de la historia de Luján” que el intendente emitiera en la apertura de sesiones ordinarias del concejo deliberante. Lo cierto que las únicas gestiones para la construcción de viviendas para relocalización de inundados son impulsadas por organizaciones sociales como Patria Grande, la CTEP y el MTE en constante tensión con los obstáculos que ofrece el gobierno local.

A través de un comunicado la CTEP y el MTE recorrieron los obstáculos que la burocracia del estado municipal y la paciencia de los funcionarios locales ofrecen: “Este proyecto que ha sido impulsado por trabajadores y trabajadoras del MTE hace bastante tiempo, fue aprobado en mayo de 2015 y se percibieron los primeros fondos para llevar adelante la obra en agosto de 2015 (…) seguimos esperando, y transcurrido más de 1 año y medio, aun no hemos logrado que el municipio culmine con las tareas previas para llevar adelante la obra y al mismo tiempo venimos construyendo desde enero de este año en una condición irregular, ya que no ha sido firmado el convenio”.

Aclararon que “la negligencia tiene un costo fatal en algunos casos, como puede ser para las familias inundadas, pero centralmente hoy nuestro problema como trabajadores nos pone en un lugar donde nos vemos obligados a parar la obra”.

El próximo 15 de mayo el concejo deliberante deberá refrendar este convenio para garantizar la continuidad de la obra y los puestos de trabajo de las 30 personas que participan de las cooperativas.