El pasado 23 de noviembre se celebró una reunión en los galpones de Belgrano y Las Heras con representantes de la gobernación de la provincia de Buenos Aires, funcionarios locales y aplicadores de agrotóxicos del distrito con el fin de informar sobre los alcances de la ordenanza municipal la ordenanza N° 5953 sancionada en 2011 que prohíbe las fumigaciones áreas y restringe las terrestres a una distancia de 500 metros de áreas urbanas.

Organizaciones sociales y vecinos de barrios y localidades cercanas a campos fumigados denuncian desde hace años que la ordenanza nunca se cumplió en su totalidad. Luego de participar de la reunión señalaron que “ Una de las frases célebres del funcionario del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, fue `nosotros venimos a tratar de transmitir los términos de la ley a fin de bajar la conflictividad, la presión social por los conflictos que las denuncia de un sector de la sociedad generan. Nosotros vinimos a garantizar su trabajo, ya que es de tanta importancia y ya que es imposible producir sin agroquímicos, que es la herramienta fundamental para producir la cantidad y calidad de los alimentos´” dirigiéndose a los aplicadores.

La politóloga e integrante de Río Bravo Carla Poth, comentó esta mañana en Ladran Sancho que “lo que uno ratifica en la reunión es lo que la practica ya nos venia diciendo. La cuestión de los agrotóxicos les importa muy poco trabajar. El estado desoye absolutamente todas las denuncias de enfermedades asociadas con los agrotoxicos y están dispuestos a generar la legislación necesaria para que avancen los aplicadores de fumigaciones”.

En Luján cientos de vecinos han denunciado padecer descompensaciones, descomposturas, mareos, nauseas al recibir los residuos de las fumigaciones, llegando en casos de varias familias a tomar la decisión de mudarse de las zonas rurales. “Hay análisis que muestran que gente de Luján tiene glifosato en sangre” señaló Carla Poth y recordó que el tema de los agrotoxicos es un tema de todos “no solo de quienes viven cerca de los campos sino de todos porque consumimos alimentos fumigados. 8 de cada 10 alimentos de nuestra mesa tiene agrotoxicos y el 80% de los productos de los quioscos tienen derivados de la soja que es fumigada con glifosato”.

Desde las organizaciones anunciaron que “El 14 de diciembre se realizará un nuevo encuentro de “capacitación”, y allí estaremos. Productores agroecológicos, universitarios, trabajadoras/es en general, todos afectados directamente de una u otra manera por este modelo de producción, no dejaremos de expresarnos, de aportar las alternativas necesarias en función de garantizar la real soberanía alimentaria de nuestro pueblo. Esto nos para en la vereda opuesta a quienes vengan por nuestra calidad de vida y el ambiente para seguir enriqueciéndose”.

Argentina, uno de los países con mayor nivel de aplicación de herbicidas en el mundo.

El glifosato comenzó a utilizarse en cada vez mayores cultivos en Argentina convirtiendola en uno de los países con mayor nivel de aplicación de herbicidas en el mundo. Cientos de estudios científicos probaron las implicancias en la salud al consumir productos fumigados con glifosato a largo plazo que incluyen todo tipo de enfermedades, entre las mas graves el cáncer. Habitantes cercanos a los campos fumigados registran consecuencias inmediatas al tomar contacto con los tóxicos utilizados en las fumigaciones.