Lo vemos en el mundo de la moda como en cualquier otro, y al final, la mayoría termina por hacer lo que hace el resto, sin pensar por su cuenta, es más sencillo y se tiene la sensación de que no podemos equivocarnos si hacemos igual que los demás.

Sin embargo, los expertos colocan entre los principales errores loteros algunos como seguir patrones demasiado populares o elegir supuestos números de la suerte como el 7 o el 13. La razón es que, cuantas más personas elijan una combinación numérica, menor será la proporción que percibamos del premio, si es que esta combinación pudiese llegar a resultar premiada. Si 3.000 personas eligieron los mismos números, el premio deberá repartirse entre 3.000 personas, y  lo mejor ya no merece tanto la pena. Por eso, la sugerencia es elegir combinaciones sin ningún tipo de lógica y que no copien las que supuestamente dan suerte.

En este sentido, parece que hacer lo que los demás hacen nos restaría oportunidades de éxito, ya que hacer lo mismo que otros nos convierte en competencia directa hacia un mismo objetivo. Lo mismo pues sucede si decidimos jugar loterías muy famosas: cuantas más personas opten a un premio más complicado será que podamos ganar, aparte de que los grandes premios suelen tener una probabilidad muchísimo más remota que otros más discretos. Por eso otra recomendación suele ser que tratemos de encontrar loterías no tan conocidas que, a pesar de no ofrecer cuantías como las de la PowerBall o los EuroMillones, si las llegamos a ganar no tendríamos que compartir con otras personas.

Sin embargo, esto no significa necesariamente que ser un espíritu solitario nos vaya a ayudar a triunfar en la vida sin ayuda ni compañía; la realidad es que a veces, formar un buen equipo es la clave del éxito, sea para conseguir una información concreta, sea para ganar en el juego. Cada vez son más comunes los grupos de juego, en los que se unen varias personas (por norma general no más de 30) y juegan varias combinaciones entre todos, maximizando las oportunidades de tener una secuencia premiada, aunque debemos estar dispuestos a asumir que el premio se repartirá entre todos los miembros del grupo. Eso sí, como es más probable tener combinaciones acertadas, podríamos ganar más de un premio dentro de un grupo y jugando regularmente en este sistema.

Lo que está claro es que las loterías son sistemas totalmente basados en la aleatoriedad real, por lo que más allá de estas consideraciones, no podríamos “trucar” la suerte para volverla a nuestro favor y ganar un gran premio. Es decir, tener en cuenta qué números han salido más o menos para jugar aquellos que aún no han salido o repetir con los que hemos visto aparecer más veces a lo largo de la historia no brinda más oportunidades de éxito, ya que la aleatoriedad no entiende de lo que ya sucedió antes o dejó de suceder. Tener fijación por sólo ciertos números considerando que tienen más oportunidades de salir, o elegirlos en base a fechas, lo único que hace es restarnos opciones a nosotros mismos, si es que olvidamos que existen muchos más (es lo que les sucede a quienes juegan fechas: como máximo 31 días y 12 meses limita sensiblemente el número potencial de combinaciones).

Observando estas tendencias de comportamiento a la hora de jugar a la lotería podemos ver mucho más acerca de las decisiones humanas. Vemos pues aquí un ejemplo de lo común que es copiar comportamientos para sentirnos integrados, cuando muchas veces la singularidad y la capacidad de ofrecer algo nuevo y diferente será lo que nos impulse hacia el triunfo, ya sea en el terreno laboral o incluso en el sentimental. Pensar y elegir por uno mismo será la combinación con mayor probabilidad de éxito.