La pieza plantea el caso de ¿qué pasa cuando una familia que parecía tenerlo todo cae en la desgracia? ¿Qué puede quedar en pie? La obra pinta el cuadro de una familia “acomodada” que ha perdido todo. La ruina económica parece poner en jaque los valores morales y las bases que la sostenían.

Muestra a ocho personajes exponiendo su costado más descarnado: un padre jugador compulsivo, un hijo vago, otro ladrón, dos hijas que parecen preocuparse sólo por las apariencias sin hacerse cargo de la ruina de la familia, y una madre que sufre e intenta mantener todo en pie. El cuadro se completa cuando el hijo mayor llega del sur con su esposa, y se propone “regenerar” a su familia, asumiendo la autoridad de la casa.

La obra expone y desnuda a uno de los pilares de la sociedad: la familia. Y en ella el autor cuestiona la responsabilidad de los padres hacia los hijos, la supuesta dignidad del trabajo, y el valor del dinero. Hay en esa familia  personajes al desnudo. Seres que se conocen y reconocen, se niegan, y se mezclan en una especie de barro. Conmueve en Florencio Sánchez, esa humanidad que respiran los personajes, y esa radiografía brutal de una sociedad que sigue vigente más allá de los cien años en que fue escrita.

Integran el elenco Claudio Cisilino, Susana Ponce de León, Javier Dovico, Ana Constantino, Santiago Crosato, Ana Inés Astiz, Valentina Terrizzano y Agustín Ponte, con dirección de Jorge Storani y escenografía de Rina Gabe.

Martes 8 de agosto - 19 horas
Entrada General: $ 100.-

Miércoles 9 de agosto - 10 y 14 horas (Función escolares)
Entrada: $ 40.-