El escenario nunca es casual. Luego de la represión en los últimos dos encuentros en Mar del Plata y Rosario -en los cuales la policía disparó balas de gomas a las manifestantes- este año Resistencia fue una sede en la que las mujeres pudimos reclamar nuestros derechos en paz.

Mujeres de todo el país nos congregamos en un nuevo encuentro nacional, que nos vuelve a reunir no sólo para reclamar, sino también para aprender una de la otra, para cuidarnos, para querernos. Resistir: tolerar, aguantar o sufrir, define la RAE (Real Academia Española). “Mantenerse firme”, agregamos nosotras.

Derecho al aborto legal, seguro y gratuito, que se cumpla la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, que terminen los femicidios, la desaparición de mujeres y la trata para explotación sexual, fueron algunas de las consignas que se escucharon en los 71 talleres que se brindaron durante este fin de semana y que forman parte de la lucha firme y diaria de los colectivos feministas.

Al finalizar los talleres, se realizó la tradicional marcha que cierra los encuentros nacionales, en la que alrededor de setenta mil mujeres caminaron las calles de Resistencia para pedir en una sola voz que paren de matarnos, que nos dejen elegir, que respeten nuestros derechos, nuestras cuerpas, nuestros espacios, y que caiga el patriarcado que tanto nos oprime.

La Comisión Organizadora del Encuentro Nacional encabezó el recorrido que se dio de manera pacífica. Cabe destacar que la Secretaría de Derechos Humanos de Chaco, aseguró el derecho a la manifestación, al no disponer que las fuerzas policiales participaran del recorrido.

Marcharon miles y miles de mujeres. Mareas de pañuelos verdes se multiplicaron para pedir por el aborto legal, seguro y gratuito, en el marco de la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto”.

Como cada año, fueron protagonistas las organizaciones de mujeres, sindicatos y partidos políticos; pero un lugar especial se llevaron las columnas de los pueblos originarios, quienes tuvieron un espacio destacado en un contexto en el que Milagro Sala fue nuevamente trasladada de manera violenta e ilegal, al penal de Alto Comedero en Jujuy.

Por otro lado, fue visible que el trigésimo segundo encuentro marcó el traspaso generacional entre las militantes feministas, ya que las más jóvenes coparon la movilización al ritmo de cánticos y bailes, con la frescura que caracteriza a las adolescentes y que contagia a las que ya vienen luchando hace tiempo.

En el cierre del encuentro se eligió a Puerto Madryn, Chubut, como sede para el 2018 y se leyeron las conclusiones finales. Comienza así un nuevo camino de organización, lucha y militancia feminista de cara al próximo encuentro. Desde la organización llamaron a mantenerse firmes, a resistir. “Esto no se termina, se multiplica”, concluyeron.

 Martina Veiras