La mañana del 4 de septiembre de 2008 un tren descarriló en la estación Castelar desatando la furia de los pasajeros. Esa misma tarde, en Casa Rosada, el entonces ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de Cristina Kirchner y el fiscal Carlos Strnelli, entonces ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, dieron una conferencia de prensa en la cual denunciaron un sabotaje de Partido Obrero y apuntaron contra José María Escobar como autor del hecho que desencadenó el incidente. 

"La gente que está presente es la que dice que esta persona es la que se quita el buzo, lo mete dentro de un balde, lo prende fuego, cuando el buzo se prendió fuego lo tira dentro y comienza el incendio de los siete vagones", explicó Fernandez. También dijo que se estaban aportando filmaciones al juez que entiende en la causa para que procediera en la detención del militante y docente.

Escobar aseguró que se lo acusó sabiendo que la imputación era falsa, por lo tanto presentó una demanda contra el ministro y el Estado Nacional por 1.500.000 pesos por daño moral.

La jueza civil y comercial federal Alicia Pérez sostuvo que Fernandez no pudo probar lo que dijo en conferencia de prensa y que Escobar "no fue llamado a declarar ni fue imputado en la causa penal iniciada como consecuencia de los hechos acontecidos". Finalmente, la magistrada resolvió que el lujanense debe ser resarcido con $50.000 en concepto de daño moral.